jueves, 4 de junio de 2009

Mil colores ...mil sentimientos.


Sin más razón que ella misma, va renaciendo como la vida que nos envuelve, cada mañana en ese correr en contra de las horas que se acortan, pues usamos un reloj distinto al que la Naturaleza grita.
Hoy leyendo un documento, encontré unas letras personales dirigidas a mí.
Letras que leí en su tiempo hace tres años. Y reviví nuevamente mil sensaciones que en el pasado abrace como el tesoro más preciado y el cual hoy lo llevo como relicario.
En ese recorrer de caminos en busca de algo que solo llega en su tiempo, aprendí que el Amor es esa fuerza inagotable del querer, y ella siempre ha estado a mi Lado, bien siendo la caricia que se desea sentir y que nos hace estremecer, como la que sintiendo levemente en nuestro hombro nos hace sentir que alguien estará a la hora precisa, en el lugar preciso, a tiempo o destiempo, pero estará.
Nuestro ancho y largo recorrido por una vereda que solo al transitarla se nos hace camino amigable.
Es como llegar a un aeropuerto la primera vez. Así me sentí en ese instante, mil letreros que te indican el camino, pero el idioma nos hace vulnerables y no les entendemos, sintiéndonos solitarios sin saber que hacer.
Creo que sin pausas, sin treguas, recorrer el camino mismo circundándole es la única forma de hallar esa puerta que se abre de par en par hacia el mundo.
Creo que lavarme la cara en las mañanas, sonreírme a mi misma para que nadie pueda intuir de qué madero me anclo para seguir de pie con la mirada clara y puesta en el horizonte al que debo llegar, fué el armazón que día a día fue robusteciendo mi entereza.
Manos que se anteponen a las tuyas mirándote como presa fácil, o manos amistosas que siempre tiene la calidez para abrazarte mientras te dignifican como ser humano, mientras te murmullan cuan valiosa eres.
Hoy una vez más esas letras me transportaron en el tiempo, y creo que nadie jamás podrá tener ese privilegio.
Fue mi tiempo, mi experiencia, mi horizonte, un universo de recuerdos que al mirarlos me roban una gustosa sonrisa, sintiendo que el viento me ayudaba a volar en mis sueños.
Hoy detengo por un minuto mi tiempo, y me regalo el recuerdo, pues en el encuentro que a pesar de mil obstáculos solo el amor es capaz de silenciar la razón y que ella lo haga con honor, pues cuando el AMOR ESTA PRESENTE LA LOGICA NO ES POSIBLE.

1 comentario:

  1. Cuando el amor está presente, lo llevamos siempre encima, siempre terminamos encontrando el camino exacto, aunque las letras estén en otro idioma.
    Detenernos de tanto en tanto, ante algo vivido, que nos dejó un buen aroma, es recordar su fragancia.
    Merece la pena pararse y recordarlo.
    Saludos.

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