jueves, 18 de febrero de 2010

Morir.....

"Sé que voy a morir lentamente. No hablo de la muerte física, esa nunca se sabe cuando te ha de abrazar y el día que me llegue espero que sea rápida, hablo de la muerte emocional, lo que me hace sorprenderme y sufrir y gozar con todo lo que me llega a la piel o al corazón.
Nadie puede estar seguro de nada, ni siquiera de que todo que ha construido a lo largo de los años perdurará mañana…."
Extracto de un escrito de Fernando Sarria.
http://fernandosarria.blogspot.com/2009/11/se-que-voy-morir-lentamente.html
Me tome la libertad de copiar parte de su escrito, pues sentí morir lentamente cuando vi mi vida derrumbarse a mis pies, y en la soledad de un cuarto oscuro lamentar el abandono afectivo.
Me sentí morir cuando la puerta de cerro y mi cuerpo deslizo al suelo llorando su adiós. Cuando cada sueño que anhele para los míos de pronto era solo eso apenas un sueño, y no sus realidades. Sentí el alma desgarrada, cuando silenciaba mi llanto para que mi hija no me viera, aunque ella sabía la razón de mi silencio, la carencia del brillo de mi mirada, la escasez de mi sonrisa fácil.
Por ello cuando leí este poema de Fernando Sarria, comprendí su miedo, pero al mismo tiempo.
Aprendí a mirar de manera distinta el valor de las cosas, a priorizar en mi vida, a entender lo humana que soy, y las limitantes que albergo, Deje de hacer sueños a futuro, admirando y saboreando el instante mismo del presente de hoy.
Cuando miramos ese túnel de luz delante de nosotros, aprendemos a disociar las ideas, si camino por un hermoso jardín, de rever mi agenda de compromisos, para centrarme, en el frescor de la hierba, en los colores de las flores, en el olor a tierra que murmulla que en sus entrañas palpita la vida. En el misterio de las aves que avistan alimento desde su vuelo.
He aprendido a acreditar que en mis manos guardo la llave que abre, o cierra ese ataúd, donde un día creí permanecer, y hoy luego de haberme dado la oportunidad del amor, siento que jamás se muere realmente. Aunque tengamos que iniciar mil veces la caminata. Es preciso vivir ese duelo interior para renacer como semilla luego del invierno.

1 comentario:

En una conversa, intervienen dos. Ahora me toca a mi saber que piensas.