domingo, 17 de mayo de 2009

El Amor es la meta que debemos alcanzar...

Siempre he sentido fascinación cuando contemplo dos personas arropadas por el Amor.
Todo lo comparten, y ansían estar juntos para hacer un recuento de sus días, de sus sueños, de sus anhelos, una especie de exposición de balance de lo que han vivido en su jornada, y mas admiro el murmullo, el oscilar de la voz, el timbre empleado, la cercanía con la cual hablan.

Ese mágico sentimiento que lograr la atracción de fuerzas contrarias, con la capacidad del imán, que es capaz de hacernos enfrentar los más grandes condicionamientos sociales, el sentir que ha logrado traspasar el tiempo y prevalecer.

Sentimiento que nos vuelve hacedores de sueños y deseos de quien amamos. Carente de propiedad se dona y se complace en que dos Universos se acoplen en uno solo.

Sin embargo esa quimera que fuimos construyendo y creemos muchas veces, se diluye y se abren las fisuras, las distancias en la cercanía se agrandan y es cuando a la misma distancia dejamos de murmurar para entonces gritar, pues el corazón dejo de tener la capacidad de escuchar, permanece ensordecido.

Cuando se llega a este instante, despiertan sentimientos contrarios, dónde esa melodía que creíamos escuchar en la cercanía, suena desafinada, estruendosa y apabullante.

Y es cuando oímos una sola explicación, se desgasto la pareja o bien la relación, nos enfrentamos a la pugna de poderes, a la separación de espacios antes compartidos, un recuento de fallas que fueron silenciadas cuando el roce de Amor les arropaba.
Pues las mismas no eran perceptibles, más hoy la jarra vacía en la nevera es motivo de discordia.
La confianza, se va perdiendo, y los sueños a dos, dejan de ser ese arco iris que los hacía caminar de mano dada, para ver dos arcos cada uno con los sueños de cada quien.
No pretendo buscar respuestas, no lo hice en el momento tan sólo acepte que mi mundo dejo de ser uno para abrirse en dos líneas paralelas, y que en el medio de ellas caminaban mis hijos así que de una manera u otra siempre algo nos mantendría unidos.
No pretendo ser ese compendio de soluciones mágicas, pues creo que nadie es dueño del libro inexistente del como vivir la vida, del como ser la mejor persona, la mejor pareja e incluso los mejores padres.
Es en el caminar, en el vivir que vamos trás ensayo y error esbozando nuestros rumbos. Solo pretendo ir tras aquellas situaciones en las que se hacen filtrables las brechas y que un día fueron la razón admirada y determinante del porque quisimos caminar lado a lado con aquella persona hasta el final de nuestro camino.

Siempre he afirmado que el Amor se abre como un abanico de sentimientos, ese amor filial que palpita desde el primer día, el amor entre amigos que se dona sin pretender recibir, el amor fraternal, y el mas conflictivo sin duda alguna el Amor de pareja.
Somos protagonistas de nuestra propia historia, esa historia que vamos escribiendo y viendo en simultaneo..
Quien no hurga cualquier espacio para alcanzar el éxito personal, el logro anhelado, la perspectiva de su proyecto.
Dedicamos todo el tiempo dando los mayores esfuerzos. Más cuanto dedicamos en sanear nuestras vivencias, nuestra relación amorosa o familiar.
Creo que bien vale la pena mantener viva esa energía que mantiene la llama encendida de ese sentimiento que un día logro unir dos esencias.
Mantener la llama desde el respeto hacia la dignidad de quien amamos. Si al amar no tenemos la noción del cuanto damos, del como lo damos, pues por si mismo es dádiva creo que nuestro mayor esfuerzo en momentos de fricción es tratar de conocernos a nosotros mismos.
Nadie puede dar lo que no lleva en su mundo interior realmente. No puedo hablar de Amor si no me amo en primer lugar, ni logro respetar al otro si antes no me ofrendo respeto a mi mismo. Como puedo interpretar el mundo de mi pareja, sino no tengo claro mi mundo.
Cuando vemos el tiempo en retrospectiva, en la madurez de nuestros años, comenzamos a valorar cada instante, pero creo que de ello solo podremos tomar la conclusión personal de lo que ese tiempo fue en su totalidad, no podremos jamás reordenar lo que ya ocurrió...
Por ello el hoy es ese día especial en el que debes comenzar a reflexionar, suelo decir que en el ocaso me siento para mirar en mi retrovisor el día vivido para tratar de corregir fallas, no las dejo al tiempo pues siento que puedo perder en ese lapso de tiempo.

Creo que la ira, la rabia, son un cúmulo de energías que nos merman la capacidad de lucha, son las heridas que abrimos en nosotros mismos y en los demás. Muchas veces son el arrugar de una hoja en blanco que luego no podemos alisar.
Creo que ese entrever de sentimientos nos roba tiempo que podríamos utilizar en el buen amar, en una vida plena y armoniosa. Si algo admiro de la cultura japonesa es la importancia que le dan al equilibrio, sea cual sea su vertiente.
Muchas veces me he sentado en la orilla de una playa solitaria en busca de ese Yo interior, y me he detenido a observar la conducta de niños y jóvenes, y creo que mucho nos tienen que enseñar, pues en mi jornada diaria convivo con ellos. (Trabajo en un Colegio)
Si el viento sopla fuerte sobre las paredes que deseo construir, aprovechare para poner ventanas en ella, así siempre la brisa correrá por mi hogar, no será motivo de presión sobre esa pared que me empeñe que fuera allí y que posiblemente pueda derrumbarse sobre mi misma.
Alcanzar nuestro equilibrio personal, es abrirnos a brindar armonía a quienes comparten con nosotros.
Conversemos una vez más mientras el café esta en nuestras tazas, pues vale la pena la charla, el Amor es la meta anhelada para ser exitosos como seres humanos.

1 comentario:

  1. El amor no nos viene de la pareja, el amor ya se germina en nuestro corazón... si lo cuidamos, desechamos de su lado toda actitud egoísta y negativa, crecerá fuerte y llegara el día en que sus frutos podrás entregar a esa persona especial, cosecharan juntos sus jardines de la felicidad... El amor no te llega... Ya lo tienes...

    De ti depende el tamaño y la calidad de sus frutos. En muchos de los problemas conyugales se ve de fondo la incapacidad de las personas para evolucionar, lo que implica ir logrando la aceptación del otro.

    En mi caso especifico, la evolución con mi pareja ha tenido sus momentos de crisis, hoy siento que el amor madura, crece, deja de ser impulsivo, se torna mas tranquilo, las parejas aprendemos tanto a conocernos que la simpleza en la mirada ya sabemos que cosa quiere.
    Debemos recordar que la convivencia con la pareja se maneja un sin de emociones, llamase ira, desepcion, rabia que en su momento tienen
    cabida, el amor es un compendio de sentimientos sin explicación.
    Un Beso
    Amarilis ♥

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